En marco de convenio con OTIC CChC decano De Gregorio dicta charla
En el marco de la charla “Desafíos Económicos en Tiempos de Pandemia” organizado por la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile y el Organismo Técnico Intermediario de Capacitación (OTIC) de la Cámara Chilena de la Construcción, el decano José De Gregorio, analizó la crisis económica nacional y mundial, sus causas, desarrollo y posibles soluciones.
El decano explicó las diferencias de esta crisis con la subprime a nivel mundial y con la del 82 a nivel nacional.
“Esta crisis es un proceso de hibernación causado por razones extraeconómicas. No hubo un sector ni un sistema financiero que colapsara, ni un Fisco incapaz de pagar, porque en esos casos se sabe de las herramientas económicas a aplicar para solucionarlo. Acá lo que hay es una decisión política nacional de decir ‘no trabajamos’ ¿Por qué? Para salvar las vidas”.
De Gregorio afirmó que la discusión inicial sobre el mentado dilema de la vida versus la economía, no es tal, ya que un país en el peak de su problema sanitario obviamente tendrá muchas dificultades para activar la economía en particular, porque esto no es solo decisión de las autoridades, sino que la propia gente se quiere salvar y deja de ir a trabajar.
En cuanto a los efectos inmediatos de la pandemia de COVID-19 el ex triministro aseguró que el problema principal es la deuda, porque el Fisco sale a apoyar a la gente y se endeuda, las empresas no tienen ingresos, dejan de pagar y se endeudan, los hogares no pueden pagar algunas cosas y se endeudan o renegocian o entran en mora. Y eso es algo que tenemos que tener presente al momento de pensar en una salida, particularmente porque se debe tener en cuenta la estructura productiva de cada país.
Por otra parte, la emergencia actual tiene un elemento que complejiza aún más la situación y que es la incertidumbre. “No sabemos cómo va ser el mundo después de la crisis, especulamos, investigamos y pensamos, pero no tenemos plena claridad y no sabemos cómo evoluciona la crisis porque se trata de un virus del que no sabemos datos básicos, cuándo habrá vacuna, por ejemplo. Esperamos que a fines del 2021 ya haya una, pero eso implica también un trabajo posterior importante: la construcción de laboratorios para producirla, porque se necesitan miles de millones de dosis, la tensión política que generará, etc. La incertidumbre de lo que se viene es muy compleja”, aseguró.
Aseveró que a nivel mundial, los efectos de la pandemia serán muy desiguales pues dependerán del tipo de estructura productiva de cada nación. “Los países que tengan mayor capacidad para resolver los problemas de ingreso durante la crisis y al mismo tiempo que tengan actividades económicas que permitan más trabajo remoto y mayor cuidado respecto de su estructura productiva, van a pasarlo mejor. Y, al interior de los países, quienes puedan trabajar remotamente van a pasarlo mejor que quienes dependen de salir a la calle para obtener sus ingresos y eso generalmente se concentra en los sectores de más bajos ingresos”.
Específicamente respecto de la situación nacional, el experto en economía previó que Chile tendrá un segundo trimestre muy malo, con caídas de dos dígitos en la actividad y que es muy probable que ese desempeño se extienda al tercer trimestre, por ello es que es necesario que el Estado debe proveer de un paraguas de mediano plazo que permita que las políticas de ayuda se puedan ir desplegando de acuerdo a cómo evoluciona la situación, lo que permitirá bajar la tensión política y dar un horizonte al país.
“Lo que hay que hacer es gastar, ¿cómo? Dándole plata a las familias y salvar a las empresas y el porqué detrás de esto es que entramos en hibernación y si nosotros, cuando salgamos de esto, queremos que las empresas no estén quebradas y los hogares hayan logrado pasar, tenemos que dar ingresos y proteger empresas”.
En ese sentido, explicó que las posibles ayudas a empresas grandes se entienden por el riesgo que enfrentan, justamente, por su tamaño y la cantidad de actividad que se genera en torno a ellas. “El único que puede disminuir el riesgo es el Estado. Junto con salvar empresas, en esta gran transformación va a cambiar mucho el perfil, por lo tanto, habrá muchas empresas que ya no existirán pese a haber sido muy sólidas pre pandemia”.
El decano de la FEN también criticó la forma en que se ha llevado adelante la toma de decisiones a nivel del Ejecutivo. “La propuesta que hicimos con el Colegio Médico señala que no podemos tener un sistema de goteo o de tira y afloja, donde cada vez que hay un problema vamos al Congreso con una nueva ley”.
Finalmente, concluyó que luego de que el Fisco enfrente los gastos propios de la emergencia debe propiciar nuevas políticas que permitan la consolidación fiscal, es decir, que se baje la deuda pública que ha mostrado un crecimiento constante desde el terremoto de 2010.