Estrategias empresas europeas en el mundo post covid: caso italiano y aprendizaje para Chile
Para conocer la experiencia italiana, país que durante los meses pasados estuvo fuertemente afectado por el virus y que ahora tiene controlada la enfermedad, la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, en conjunto con la Embajada de Italia en Chile realizaron el webinar “Estrategias empresas europeas en el mundo post-covid: caso italiano y aprendizaje para Chile” donde expuso Valerio De Molli, Managing Partner & CEO The European House Ambrosetti; Director of London’s Ambrosetti Group Limited y Bernardo Larraín Matte, presidente de la Sofofa y Director de Colbún. Moderó el decano de FEN, José De Gregorio.
Valerio De Molli partió su presentación indicando que “Italia experimentó un shock muy malo y la experiencia que tuvimos en nuestro país ha sido extremadamente útil para otros países europeos y del mundo”, indicó el Socio Director y Director Ejecutivo de Think Tank número uno de Italia, The European House Ambrosetti, cuyo grupo trabaja de la mano con una gran red de empresas italianas que exportan e invierten en todo el mundo, como lo indicó el Embajador de Italia en Chile, Mauro Battochi, en sus palabras de bienvenida.
En términos económicos y para reactivar el desarrollo señaló que es fundamental incentivar a los emprendedores a que hagan inversión, en lo que sea que se necesite para así apoyar la digitalización, modernización y crecimiento del país. “Hay que incentivar la inversión privada y pública y apoyar a esos emprendedores valientes. El mantra de nuestra fundación es sin inversiones no hay trabajo, sin trabajo no hay crecimiento y sin crecimiento no hay futuro”, sostuvo.
En parte de su análisis también indicó que es importante potenciar tres macro enfoques para la inversión. Primero identificar qué es estratégico y relevante en términos del sector, invertir en lo que tengan un impacto indirecto y directo a la economía. Por ejemplo, -señaló- la industria textil italiana es muy fuerte, pero no es estratégica, como si lo podría ser sectores de alta tecnología, ciencias, partes del proceso de la comida procesada, de gran valor agregado. Incluso en la misma cadena de valor hay que ser selectivo y favorecer en las áreas que van a devolver al país lo invertido de manera acelerada. Además, agregar, hay que aumentar el perfil de atractividad del país para estimular la inversión para tanto para las compañías locales como para traer compañías extranjeras. Por último, actuar sobre la máxima flexibilidad en esta fase (mercado laboral y estímulos fiscales) para impulsar las inversiones y el crecimiento.
Valerio De Molli afirmó que es fundamental asegurarse que el sistema de salud esté preparado y que sea potenciado “tenemos que empoderarlo, tanto el privado como el público”. Asimismo, señaló que hay que inyectar fondos a Pymes y familias, hay que asegurarse de crear una red de seguridad y medidas para estabilizar el crecimiento del consumo privado. Por último, modernización del estado de bienestar, lanzamiento de una política industrial efectiva mediante la identificación de sectores estratégicos y acciones para fortalecer las empresas. y acompañarlos en el nuevo escenario competitivo, entre otros.
Por su parte, Bernardo Larraín Matte, señaló que tiene que haber un reinicio de las herramientas que tienen las empresas; están las medidas tradicionales, pero hay que pensar de manera innovadora.
Viendo las condiciones por las que está atravesando el país señala que “Todos nosotros pensamos hace algunos meses el mapa de ruta para Chile, pero ese concepto se estaba discutiendo y hay que entender que esta pandemia va a producir una primera estación para ese mapa de ruta. Queremos aumentar nuestra infraestructura digital como física, pero esta esta primera estación es la gente desempleada que va a pasar a la pobreza.
Larraín señala que al ser Italia un gran mercado por sí mismo y estar integrado al mercado europeo, ya esto produce algo de recuperación. “El mercado chileno es muy pequeño por eso ha optado a ser muy abierto.Tenemos muchos acuerdos de libre comercio y producimos productos que afortunadamente todos son será muy demandando a futuro, el cobre, salmones, vinos, productos forestales, ninguno se ha hecho obsoleto. Menciono esto porque creemos que Chile debería seguir el camino como Italia, ignorando las diversas características de cada uno, nos gustaría tener mayor valor agregado. En la economía de servicio tenemos un gran potencial”.
Tenemos -sostuvo – que incentivar para que las inversiones sean para todo tipo de empresas, focalizandose en las Pymes. Recomendó usar la misma política que en un Europa, que se considera una Pyme desde los 50 millones de euros, si no se termina construyendo políticas para una parte muy pequeña de Pymes. Agrega que es necesario la inversión, facilitarla, y hacer la vida más fácil para la inversión pública como privada y aumentar la flexibilidad del mercado laboral, el marco laboral actual es muy rígido.